Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. ROMPIENDO LA AUTORIDAD DE LA MALDICIÓN DE BASTARDÍA Por Carl L. Fox y Paul D. Norcross Dedicatoria Este libro está dedicado a aquellos que insisten en escoger la cosa mejor, como María, cuando buscan apartarse de sus muchas ocupaciones y sentarse a los pies de Jesucristo. En medio del tumulto y de la calamidad diaria, aquellos que han aprendido a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia son los que obtendrán más provecho del Señor Maestro. A El le debemos todo y ante El se doblará toda rodilla, las nuestras mucho más especialmente! Reconocimientos Estamos sinceramente agradecidos no solo al enorme amor de nuestro Salvador Jesucristo, sino también al precioso amor de los muchos colaboradores que han trabajado tanto en este libro. Si bien son muy numerosos para mencionarlos individualmente, no hubiésemos podido terminar este manuscrito sin su obediencia espiritual al Señor y su preocupación por los detalles, para la integridad de las Escrituras. ¡Nuestro agradecimiento más profundo para cada uno de ustedes!

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Introducción Mientras estábamos en Rumania, al cierre de un servicio en la iglesia una tarde hace dos años, observé cómo una mujer se acercó para pedir oración por su nieta. La pequeña tenía alrededor de seis años, y tenía un lapso de atención demasiado corto, fuera de lo común, como de dos segundos. Le era imposible permanecer enfocada en cualquier persona que hablase, aunque estuviera frente a ella. El Pastor Carl Fox la ungió con aceite y comenzó a orar. Mientras yo veía y escuchaba, la niña no podía sentarse quieta. Carl oró las palabras que el Señor le dio. Estas incluían quitar la maldición de bastardía de la niñita. Yo vi cómo, de inmediato, se detuvo la salvaje agitación de la niña, y se sentó quietecita, con su atención fija en la cara de Carl. Permaneció de ese modo el resto de la tarde, y sigue libre hasta el día de hoy. Yo cavilaba sobre esto. Como pastor de una pequeña iglesia de un pueblo y como predicador itinerante en varios países, había visto varios ministerios de liberación, y había participado en muchas victorias ayudando a las personas a vencer las manifestaciones demoníacas. Pero nunca había escuchado algo como la maldición de bastardía. Tampoco Carl había escuchado nada similar. Hablamos de ello en nuestro camino a casa mas tarde esa noche. Me confesó que nunca antes había escuchado de nada llamado la maldición de bastardía, y el ha estado enseñando y liberando personas de maldiciones por más de quince años. Al finalizar ese viaje ministerial a Rumania, cada uno se fue a su casa; él a su hogar en Nuevo Méjico y yo a mi hogar en Massachusetts. Pero ninguno de nosotros olvidó el incidente. Pasó un año, y el Señor comenzó a mostrarle a Carl las Escrituras que mencionan la maldición de bastardía. Aparecen en Deuteronomio 23 y Hebreos 12. En Deuteronomio, se menciona que la maldición de bastardía dura por diez generaciones, por lo menos 400 años, evitando que los hijos de Dios puedan participar de la congregación del Señor. En Hebreos, las mismas palabras son usadas para referirse a aquellos que no pueden recibir el castigo o la disciplina del Señor, se les llama hijos bastardos. Como resultado, no pueden venir al lugar de obediencia, descanso y crecimiento como hijos de Dios. ¿Existe acaso una conexión, una aplicación para el Cuerpo de Cristo en la actualidad? Jesucristo fue acusado de ser un bastardo. ¿Por qué es esta acusación de una importancia tan singular? La inundación de Noé fue la consecuencia de esta maldición sobre la tierra. ¿Por qué es este un asunto tan grave y tan profundo en el corazón de nuestro Padre celestial? El Espíritu Santo comenzó a permitirle a Carl compartir lo que había aprendido al respecto. En diversos viajes, el comenzó a ver que la maldición de bastardía era real, y sorprendentemente penetrante tanto en las Escrituras, como en la experiencia moderna;

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. aunque permanece bastante oculta en ambas. Arreglamos para que Carl viniera a enseñar lo que sabía hasta el momento en una serie de reuniones en el área de mi hogar. Yo estaba preparado para la teoría, mas no para lo que salió a luz en su aplicación en esas reuniones. Al terminar las enseñanzas, según orábamos juntos para que fuera quitada la maldición de bastardía, muchos de los asistentes comenzaron a llorar, y los que no estaban llorando, sintieron que un gran peso les era retirado en el espíritu. Quienes lloraban conocían las circunstancias de ilegitimidad dentro de su propia familia. Aquellos que sintieron que se les quitaba un peso, sabían que algo había sido descargado de sus generaciones pasadas. Transcurrió una semana. En mi espíritu, según yo evaluaba el impacto producido sobre las personas que asistieron, vi una imagen de un río lleno de trozas. Éstas viajaban río abajo muy lentamente. Se amontonaron y enredaron en los lugares de las riberas donde había curvas, aunque todavía se movían con lentitud. Luego vi, como en las fotografías antiguas de cargas explosivas detonadas para deshacer esos atascos, que romper la maldición de bastardía de las líneas de sangre generacionales estaba quebrando las trozas atascadas en las vidas de las personas; tanto a nivel individual como corporativo en el cuerpo de la iglesia. En las semanas siguientes, continué notando una dramática reducción en las ofensas, un aumento en los informes de las personas y congregaciones presentes en las reuniones de enseñanza, sobre experiencias más íntimas con el Señor en sus cuartos de oración, y de historias notables de cómo el Señor estaba penetrando dentro de los enojos y heridas antiguas. Estaba claro que aunque estas personas eran gente que buscaban al Señor fervientemente, y que amaban las Escrituras, la alabanza y la adoración, tenían todavía ciudadelas que necesitaban ser conquistadas. Estos eran Cristianos serios, maduros, muchos con estudios en Institutos Bíblicos. Sin embargo, bajo la superficie, había todavía áreas que necesitaban ser tratadas. Estoy convencido que esas áreas se hubieran quedado allí, inmunes a la disciplina del Señor, si las ataduras legales de la maldición de bastardía sobre ellos, no se hubiesen roto. Los resultados de romper la maldición de bastardía de estos creyentes atrajeron mi atención. Fui a las Escrituras para estudiar al respecto. En mi siguiente compromiso para predicar en otra parte del país, compartí lo que había aprendido, y al finalizar la sesión, rompí la maldición de bastardía de aquellos que habían asistido a la reunión. Inmediatamente note un resultado idéntico al que notamos cuando Carl enseñó en nuestras reuniones; alrededor de un tercio del grupo lloraba, sintiendo la liberación de la ilegitimidad conocida en sus familias. Los demás sintieron una liberación tangible de pesos en su espíritu, invisibles pero reales. Sabían que algo había sido roto de sus generaciones. ¿Qué es esta maldición de bastardía? ¿Cómo puede afectar de manera tan dramática a los creyentes de hoy, y sin embargo estar tan escondida? ¿Existen realmente las maldiciones entre los creyentes? Si es así, ¿cómo pueden romperse? ¿Por qué tantas congregaciones se han dividido por ofensas, y por qué se pierden con tanta facilidad las

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. ovejas por ofensas? ¿Por qué es que en la actualidad el enojo se enciende y arruina tantas relaciones en las iglesias? ¿Se debe a que simplemente somos todos demasiado inmaduros en las áreas del perdón? ¿Por qué las mismas ofensas parecen surgir una y otra vez? Uno de los principales factores que contribuyen a estas preguntas radica en la maldición de bastardía que la Escritura declara como la razón del por qué los creyentes son cortados de la congregación del Señor. Este es un problema genuino que existe aún ahora. En palabras aplicables a la iglesia actual, la maldición de bastardía afecta la capacidad de los creyentes de edificar una relación estrecha con el Señor, con el Padre y con otros creyentes. Al hacerlo, esta maldición tiene como objetivo afectar el libre flujo del Espíritu de Adopción mencionado en el Nuevo Testamento; ese Espíritu que permite a los creyentes clamar: “Abba Padre”. El propósito de satanás es destruir o evitar que se produzca la intimidad de nuestro Padre con Sus hijos, evitando que ellos tengan una relación estrecha y personal con su “Papito”. Se invita al lector, a medida que avance por el material de este libro, a examinar en primer lugar, la evidencia de las Escrituras: tanto a nivel doctrinal como a través de los ejemplos Bíblicos. Es sorprendente la frecuencia con que aparecen en las Escrituras los efectos de esta maldición. La evidencia es sorprendentemente extensa. La liberación de la maldición de la bastardía tiene profundas implicaciones para la liberación práctica del pueblo de Dios. La maldición es un ardid notable de Satanás para manipular tras bambalinas, para evitar que el pueblo de Dios reciba su herencia legítima en la congregación de los justos. Al enseñar este material, los autores con frecuencia encontraron a creyentes que se quedan estupefactos al darse cuenta lo cercana que está la maldición de bastardía a su experiencia personal. Por tanto, queremos decir con claridad de forma directa en este libro, que no hay ninguna intención de traer vergüenza o juicio a las personas. Más bien es lo opuesto: Dios desea liberar a Su pueblo de esta maldición, y nosotros también. Debemos darnos cuenta que donde prevalece la ignorancia no puede haber liberación. Este libro no presenta una nueva doctrina, ni establece una teoría particular para presentar una nueva fórmula para el ministerio de liberación. Meramente penetra en una causa raíz de muchas pesadillas pastorales recurrentes: el espíritu de ofensa, y el herir a las ovejas a pesar de las numerosas y frustrantes horas dedicadas a la consejería y a la enseñanza sobre perdonar, controlar la lengua etc. Existe una causa raíz para estos problemas recurrentes, y las armas de nuestra Guerra contra ellas son armas espirituales. No podemos pelear contra la carne, ni son nuestros hermanos creyentes nuestros adversarios. Antes bien, batallamos contra tronos, principados, poderes, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad en las Alturas, quienes usan métodos secretos y arteros para poner a un hermano creyente contra otro hermano creyente, por medio de las ofensas. Como se documenta en este libro, la maldición de bastardía es una de las herramientas más refinadas de satanás para provocar ofensas. Esta maldición ha demostrado haber tenido un impacto profundo y continuo sobre la iglesia, casi en igual o mayor grado que el que tuvo sobre nuestros antepasados del Antiguo Testamento.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Así que por favor, viajen con nosotros a través de estas páginas para identificar, comprender y vencer esta arma del enemigo, la maldición de bastardía, y permitan que el pueblo de Dios sea liberado. Nuestro amor por el Señor Jesucristo y Su poder admirable para ayudar a Su pueblo vencer en estos últimos días de la edad de la iglesia nos impulsan a ofrecer este material para su consideración y crecimiento en ministrar al pueblo de Dios. Que el Señor nos de a todos la gracia y misericordia para continuar liberando a los cautivos, y confirmando Su obra en ellos con las señales, milagros y maravillas que les siguen. Paul Norcross

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Capítulo 1 El propósito de Dios Nuestro Padre celestial no tiene mayor pasión que el gozo y comunión completa con Su creación amada, la humanidad. De toda la vastedad de la creación, Adán fue el diseñado para recibir el amor de Dios. Aquél que es Amor, creó la humanidad para compartirlo. Cada padre ama enseñar a Sus hijos. ¡Cuán llenos de gozo fueron sus tiempos de caminar juntos en el jardín! Podemos imaginar el placer que debe haber tenido Adán al nombrar todos los animales junto a Su Padre, a Su lado. De todos los ángeles, y de todas las otras cosas creadas, Adán y su progenie eran el objeto del afecto ilimitado de Dios. Satanás intentó destruir lo que Dios creó. Siempre lo hace. Y en la mente de satanás, ¿qué sería más devastador que separar a Dios de Su amado Adán (y Eva), a quienes había hecho a Su imagen y diseñado para Su compañía? Tiempo después vino Abram. Dios eligió a este hombre y a sus descendientes para invertir Su amor. Al establecer un pacto especial con este hombre, nuestro Padre invirtió en él todo el amor y bendiciones justas que ningún hombre había tenido desde Adán. Dios dijo que El sería el Dios de Abram, y que las generaciones de Abram serían Su pueblo. Dios dijo que no recordaría nunca más sus pecados e iniquidades, y más adelante, ese Abram (ahora Abraham) era el amigo de Dios1. La parte de Abram sería el de guardar la ley. Su andar por fe se convirtió tanto en un modelo como en un requisito para todos los que aman a Dios con fe, desde entonces hasta hoy. ¿Cuál era el propósito continuo de Dios? ¿Cuál es Su deseo constante? Su propósito y deseo constante es tener comunión con Su amada humanidad. Satanás se dedica a robarle a Dios esta comunión. Este concepto está incorporado en todo lo que Jesucristo vino a hacer, y está maravillosamente expresado en la oración final de Jesús antes de ser arrestado en el jardín: Juan 17:20-23 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La Gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tu en mí, para que sean perfectos en unidad; para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mi me has amado. El plan de Dios de amor redentor. El plan de redención de Dios fue anunciado rápidamente en Génesis 3:152. La serpiente, el diablo, fue echado fuera del cielo y desnudado de toda su autoridad espiritual. El heriría el calcañar de la simiente de la mujer, Quien sabemos ahora por las

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Escrituras que es Jesucristo, y El heriría la cabeza de satanás. Las Escrituras registran lo que Dios ha hecho para traer la redención del hombre dentro de Su alcance a través del asombroso, maravilloso sacrificio de la sangre de Jesucristo. ¿Se ha rendido satanás? ¿Ha dejado de intentar minar el plan de Dios para restaurar la comunión e intimidad personal con aquellos que libremente han recibido la salvación del Señor Jesucristo? Por supuesto que no. Juan 10:103 muestra claramente que los esfuerzos de satanás para hurtar, matar y destruir las ovejas del Señor continúa con la misma venganza y sutileza que cuando el Apóstol Pablo lo declara más adelante en el capítulo seis de Efesios: Efesios 6:11-13: Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Entonces no nos debiera sorprender reconocer que satanás está en guerra contra los santos, los hijos de Dios4. Todavía estamos en el día malo. Cada creyente está envuelto en una guerra, no de su elección y tal vez completamente desconocida para ellos en el momento que se enlistan para estar en el equipo de Jesús cuando le confiesan como su Salvador. No obstante, aún están en guerra. Lo que sorprende, sin embargo, es la cantidad de Cristianos que eligen no pelear, o que ni siquiera reconocen su necesidad, la orden, el privilegio y la responsabilidad espiritual delante del Señor para batallar como soldados5. Pero hay muy buenas noticias. Los Cristianos que tienen una relación estrecha con el Capitán de los Ejércitos, Jesucristo, ¡tienen una ventaja enorme! La mala noticia es que relativamente pocos Cristianos están dispuestos a desarrollar una relación íntima con su Capitán, de modo que El pueda instruirles sobre cómo ser efectivos contra los tronos, principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad en los aires. El propósito de este libro es enseñarles a los creyentes a mejorar su posición contra el diablo y permitirles ser soldados más efectivos bajo la autoridad del Señor Jesucristo. Recordemos que el objetivo final de Dios es restaurar una estrecha relación personal con cada uno de Sus hijos, podemos comenzar a comprender (y por ende a combatir mejor) los métodos que satanás emplea en nuestra contra. Para ilustrarlo, piensen en cómo los hombres de Josué tuvieron que aprender primero a escuchar y a obedecer la voz del Señor. Solo cuando hubieron aprendido a escuchar y a obedecer pudieron cruzar el Jordán y alcanzar la victoria contra las fortalezas enemigas, como Jericó.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. ¿Cuán lejos puede ir el Señor con Su ejército, si éste ni siquiera sabe que existe el enemigo? ¿Cuán efectivo puede ser Su ejército si no saben cómo las potestades demoníacas adquieren autoridad legal para provocar la destrucción en nuestras vidas y en las vidas de nuestros seres queridos? ¿Cuántos Cristianos ha conocido usted, por ejemplo, que rechazan reconocer la existencia de espíritus malignos tales como el suicidio, cáncer, ira y ofensa? o, ¿cuántos ha conocido usted que con firmeza aseguran que los espíritus malignos no pueden afligir a los hijos de Dios? ¿Cuántos hermanos y hermanas Cristianos han aprendido a lidiar con espíritus atormentadores, de esclavitud y espíritus de lujuria? ¿Con qué frecuencia pueden los creyentes discernir las falsas doctrinas de demonios que arrastran a los creyentes con ideas tales como: que la enfermedad es de Dios, o que es Su propósito sanar algunos pero no a otros, o que los Cristianos no pueden estar bajo maldiciones? Existen muchas facetas de la senda de fe del Cristiano que satanás ha robado sin haber disparado un solo tiro. Oseas 4:6 declara: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”. Satanás libra una guerra sutil, e ignorar sus métodos mina el poder y la vitalidad del ejército del Señor en contra del enemigo espiritual. Pero, como se les mostrará en las siguientes páginas, los creyentes vencen todas las cosas y caminan en victoria en Jesucristo porque mayor es el que está en nosotros, que aquél que está en el mundo.6 ¿Está listo(a) para disparar balas espirituales? Primero tenemos que aprender cómo cargar el arma. 1. Santiago 2:23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 2. Génesis 03:14:00-15 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 3. Juan 10:10:00 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 4. Apocalipsis 13:7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 5. II Timoteo 2:3-4

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida; a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 6. 1 Juan 4:3-5 Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; Porque mayor es el está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Capítulo 2 El objetivo de la maldición: El espíritu de adopción Como se mencionó en el capítulo uno, el corazón de nuestro Padre celestial siempre ha anhelado tener comunión con Su pueblo. Al crear a Adán y a Eva, El creó personas que podían recibir Su amor. Los padres anhelan tener hijos simplemente porque aman. Imaginen a nuestro Padre, Quien es todo amor, ¡sin tener hijos con quién poder compartirlo! La intención del diablo es destruir y lastimar el corazón de nuestro Padre. Satanás intentó frustrar lo que Dios creó por medio de de engañar a Eva y provocando la caída del hombre, y así negarle a Dios el gozo y la comunión íntima con el hombre lo que es tan querido a Su corazón. Por dicha, Dios inició un plan para lidiar con el problema total y completamente. Ese plan era y continúa siendo nuestro Señor Jesucristo. Ataque sobre la sangre Desde Génesis 3:15, el plan de liberación de Dios ha sido Jesucristo. Literalmente, en las Escrituras desde Génesis 3:15 hasta Apocalipsis 22:21, Jesucristo es el tema, el hilo rojo que corre a través de toda la historia. Es su sangre expiatoria que se convirtió en el sacrificio esencial y final para redimir completamente al hombre.7 Desde el libro de Levítico se nos dice que la vida que Dios nos dio está en la sangre,8 la sangre de vida de Jesucristo es el pago final apropiado por la deuda que el diablo inició al principio.9 Recuerden que la comunión con el hombre ha sido siempre el objetivo de Dios. El propósito de Jesucristo es restaurar esa comunión para todos quienes deseen tenerla. Debido a que se necesita de la sangre perfecta de un Salvador perfecto para satisfacer los requerimientos legales para restaurar la relación con el Padre, lógicamente la sangre corrompida bloquea legalmente esa relación. El corromper la sangre de generaciones ha demostrado ser una táctica efectiva de bloqueo legal usada por satanás, y al igual que con cualquier arma, es más efectiva cuando está escondida y no se le conoce o comprende. Debido a que la sangre se transfiere de generación a generación, y ya que de acuerdo con Deuteronomio 23:2, los hijos concebidos ilegítimamente perpetúan la transferencia de esa sangre corrupta y maldita por diez generaciones,10 la maldición de bastardía es una herramienta legal particularmente efectiva para los propósitos de satanás. Diez generaciones es mucho tiempo. Es un lapso de por lo menos 400 años, y tal vez más. Por ende, esta maldición generacional es posiblemente la más efectiva, y de mayor alcance que cualquier otro plan que el diablo haya utilizado hasta hoy. ¿Qué puede ser más dañino que corromper el linaje del pueblo de Dios para las generaciones actuales y futuras? La maldición de bastardía le ha sido muy útil a satanás para cumplir este fin. Para todo esto, Dios tiene un plan maravilloso para retirar la autoridad de esta maldición para cada generación y cada linaje. Este plan tiene un nombre. Su nombre es Jesucristo.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Como hemos mencionado, romper la autoridad de las maldiciones sobre nuestra vida o sobre nuestras generaciones no ocurre automáticamente cuando aceptamos a Jesucristo como Señor y Salvador, al igual que la sanidad no se recibe siempre o completamente de manera automática con el nuevo nacimiento. Pero, al igual que la sanidad surge con la fe en el ministerio alcanzado y vigente de sanidad a través de Cristo, igualmente la liberación de las maldiciones puede surgir a través del ministerio vigente de liberación de Jesucristo. El arsenal del creyente mejora de manera espectacular con el conocimiento y comprensión de la disponibilidad que Jesucristo le dio a cada creyente para vencer toda maldición, al igual que mejora con la disposición de recibir sanidad por fe cada vez que necesitamos sanidad. El Espíritu de adopción es un espíritu de intimidad con el Padre Jesucristo también nos dio algo más. Nos dio el Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo tiene tantas dimensiones poderosas. Para nuestro propósito en este capítulo, nos enfocaremos en el Espíritu de Adopción, porque este es la primera ayuda de Dios a cada uno que opera bajo la maldición de bastardía. Este es el Espíritu que permite que cada creyente clame: "Abba Padre", el clamor de intimidad. Gálatas 4:3-7 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Como un niño clama, “¡Papito!” así de íntima es nuestra relación con nuestro Padre celestial y con nuestro precioso Salvador, Jesucristo, porque el Espíritu de Adopción nos permite acercarnos y convertirnos en hijos, hijos de Dios. Veremos que el Espíritu de Adopción está diseñado para ayudar a los creyentes a acercarnos al Padre, según progresan en la conquista de cada ciudad contraria que se resiste a ser conquistada en su interior, en su jornada hacia la Tierra Prometida. La maldición de bastardía es meramente una de esas ciudades que se resisten, una fortaleza de esclavitud generacional para la cual nuestro Padre nos ha dado a Sus hijos los medios para conquistarla. Romanos 8:14-23 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Porque no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la Gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; Por que también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. El propósito del Espíritu de Adopción es ayudar a los hijos de Dios a desarrollar una comunión estrecha y personal con el Padre y con Jesucristo, El objetivo de Dios desde la Creación. La maldición de bastardía ataca esta intimidad precisamente, evitando que los creyentes entren en tal intimidad, en la congregación del Señor. Mientras que el Espíritu de Adopción permite que los creyentes clamen con gozo a su Padre celestial y conozcan el placer de Su compañía, la maldición de bastardía abre la puerta legal a tres espíritus opuestos: al espíritu de servidumbre (que quiere decir esclavitud), al espíritu de temor (que es el opuesto a la fe, es incredulidad o ausencia de confianza), y el espíritu de corrupción (que perece, que se corrompe).11 Los creyentes pueden observar y discernir los efectos de estos espíritus (servidumbre, temor y corrupción) y sus espíritus relacionados (como el espíritu de rechazo, ira o enojo, y ofensa) Pero lo que no es obvio es su parentesco o relación; la autoridad legal permitida por la maldición de bastardía. Al cerrar la puerta de la autoridad legal posibilitada por la maldición de bastardía, el pueblo de Dios puede ser liberado de los espíritus resultantes, lo que permite la continua restauración de la intimidad con el Padre y con Jesucristo, permitiendo que nuestros corazones como de niños clamen, “Abba Padre!” 7. Génesis 3:14 y 15 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 9. Hebreos Capítulo 9 10. Deuteronomio 23:2 No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. 11. Romanos 8:15 y 21 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Capítulo 3 ¿Qué es una maldición? Maldición: Expresar un deseo de mal en contra de alguien, expresar o llamar mal, daño, que pueda provocar que uno caiga, sea perseguido o arrestado, todo con la intención de que la persona caiga en grandes calamidades. Diccionario Webster de 1828 (utilizado en la KJV para explicar sus definiciones) ¿Se ha preguntado alguna vez por qué las cosas van en determinadas direcciones en su familia? ¿Se ha preguntado alguna vez por qué pasaron ciertas cosas en su niñez? O ¿por qué el cáncer continúa manifestándose en cada generación de una línea familiar pero no en otras o por qué el alcoholismo o abuso de drogas continúa afligiendo a buenas personas? O ¿por qué alguien tiene retraso mental? ¿por qué tenemos una violencia constante en nuestra familia; y por qué parecemos siempre desear desquitarnos? Decimos cosas como: “Nunca podré perdonarte”, y nos aferramos a nuestra falta de perdón hacia otros por años. Podríamos continuar mencionando problemas, pero deseamos llegar a las soluciones. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué crecen las malas hierbas en su jardín? Génesis 3:17-19 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo; Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Es obvio que existen las maldiciones hoy en día. Son el fruto de la desobediencia y del doble ánimo (Deuteronomio 28:15-29; Santiago 1:6-8,22). En el Antiguo Testamento se conocían muy bien las maldiciones. Por ejemplo, El Rey Balak contrató a Balaam para maldecir al pueblo de Dios (Números 22:6). Dios no solo maldijo a la serpiente, la tierra de Adán, la capacidad de Caín para cultivar nada, sino también maldijo a la mujer en sus preñeces (Génesis 3 y 4). ¿Todavía existen las maldiciones el día de hoy? Bueno, ¿todavía se angustian las mujeres al dar a luz? ¿Todavía tienen que sudar los hombres para ganarse el sustento? De hecho, ¿por qué es que las mujeres en muchas culturas modernas tienen la necesidad de trabajar para ayudar con las finanzas familiares? ¿Son los niños víctimas de la negligencia, a quienes los cuida y educa la televisión, a quienes se guarda bajo llave, el producto de la vida familiar bajo las bendiciones de Dios o bajo la maldición debido a su alejamiento de Dios? Los padres y madres que abandonan sus familias ¿son una bendición o una maldición para ellos y para sus generaciones futuras? El poder de las palabras

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Observen que en los ejemplos de las maldiciones de Balaam y Adán, sobre Caín y sobre otros hombres y mujeres, que las maldiciones fueron lanzadas por medio de palabras. Las declaraciones se hicieron a través de las palabras. Pueden ver, las palabras transmiten poder espiritual. Dios mismo usó palabras para crear el universo. Cuando un ser que tiene autoridad espiritual expresa las palabras, esas palabras que pronuncian llevan poder. Por supuesto, cuando Dios habla, ¡suceden cosas! Pero dense cuenta también, que cuando nosotros hablamos las palabras de Dios, también suceden cosas. Así es como se hacen milagros en el nombre de Jesucristo. Igual que cuando el Espíritu Santo se movía (empollaba) sobre las aguas, y luego se movió cuando Dios llamó a existencia al mundo, así se mueve el Espíritu Santo cuando nosotros hablamos las palabras de Dios. Los ángeles también nos ayudan, como se menciona en Hebreos 1:14; espíritus ministradores que ayudan a ejecutar las palabras de Dios pronunciadas por los creyentes. Pero de igual forma, cuando un ser con autoridad espiritual habla mal, por ejemplo una maldición, esas palabras autorizan a los demonios (espíritus malos) a ejercer poder contra el objeto autorizado por esas palabras de maldición. Por ejemplo, un padre borracho, que maldice a sus hijos, hace más que solo hablar malas palabras. Literalmente autoriza a demonios a actuar y ejecutar esas palabras que habló porque él tiene autoridad sobre esos niños. A través de toda la Biblia, hasta el último capítulo del Apocalipsis, se dice que las maldiciones permanecen con la humanidad. Apocalipsis 22:3 Y no habrá más maldición; Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, La Biblia también declara que Jesucristo se hizo maldición por cada persona, y que el colgó del madero por nuestras maldiciones.12 ¿Cómo puede ser que todavía existan maldiciones entre los que son Cristianos y los que no lo son por igual, si la obra completa de Jesús en la cruz nos libera de las maldiciones? Examinaremos esta cuestión a cabalidad en el capítulo cinco. Pero la respuesta corta es que ciertamente Jesucristo se hizo cargo de nuestras maldiciones. Pero al igual que todas Sus obras, cada uno debe recibirlas por la fe. Por ejemplo: 1 Pedro 2:24 declara que por Sus llagas, fuimos sanados. Ya fuimos sanados de toda enfermedad, dolencia, magulladura, y padecimiento. Entonces ¿por qué tantos Cristianos están enfermos? Por la misma razón que continúan estando bajo maldiciones: no han aprendido a recibir por fe la liberación que Jesús nos autorizó a tomar libremente para nosotros mismos. Veamos cómo afecta esto con frecuencia a los creyentes hoy en día. Los creyentes con frecuencia olvidan consultarle a Dios cuando están enfermos o lastimados. De inmediato van al médico o al hospital, o tal vez a su botiquín de medicamentos. Sin embargo Dios dijo que por la llaga de Jesucristo fueron sanados, y que Su voluntad es que todos los creyentes estén en salud y sean prosperados. Jesús enseñó a los doce y

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. luego a los setenta a sanar y echar fuera demonios, y declaró en Marcos 16 que todos los que creen sanarán a los enfermos. A pesar de todo esto, los creyentes corren al médico primero en vez de buscar primero la solución de Dios. ¡Esto ciertamente es idolatría del primer orden! Así que el creyente consulta con el médico que diagnostica una enfermedad o un mal horrible. Debido a que la fe del creyente está aferrada totalmente a las palabras del médico en vez de estarlo a las palabras del Señor, las palabras del médico a menudo se convierten en un artículo de fe del creyente. Es común que Dios cambie los “hechos” de una condición a medida que el creyente comienza a acercarse a El en fe. Pero habiendo mostrado poca fe en Dios desde el principio, el creyente por lo general está tan abrumado por los “hechos” médicos, que cualquier cantidad de fe que hubiesen tenido para su sanidad, queda totalmente socavada. ¿Qué sucedió? Las palabras pronunciadas por el profesional médico se convirtieron en una maldición. El horrendo diagnóstico es, de hecho, una profecía que, cuando se recibe con fe, le da autoridad a las palabras habladas. Así es como opera una palabra de maldición. Se hablan palabras, que dan autoridad a los demonios tales como el temor, la duda, la preocupación, el cáncer y toda clase de enfermedades y males. ¿Son malos todos los profesionales de la medicina? Por supuesto que no. Son de utilidad para cuando nuestra fe es débil. Todos experimentamos momentos de poca fe como seres humanos, así que si ha atravesado momentos así, no se condene a sí mismo. ¡Solo pídale a Dios que aumente su fe la próxima vez! Dios permite que haya médicos debido a nuestra incredulidad. Pero al tener poca fe, espiritualmente caminamos sobre hielo tan delgado, que los demonios se divierten a costa nuestra manipulando nuestra fe y nuestras emociones. ¡Esto les da una enorme autoridad para asolar, saquear, destruir a los hijos de Dios! Recuerden, satanás fue despojado de toda su autoridad cuando pecó contra Dios. Entonces ¿de dónde obtiene su autoridad para obrar en contra del pueblo de Dios? La obtiene de quienes tienen la autoridad: ¡del pueblo de Dios! ¿Cómo le dan ellos su autoridad a satanás? A través de sus propias palabras e incredulidad. Nuevamente, recuerden, las palabras transmiten poder espiritual. Aún cuando esas palabras vienen de otras personas en quienes confiamos, como los médicos, cuando esas palabras son escuchadas y creídas como “hechos”, adquieren autoridad sobre nosotros. ¿Cómo obtienen autoridad estas palabras? Cuando ponemos nuestra fe en ellas como “hechos”. Cuando el creyente repite las noticias de su enfermedad, los “hechos” adquieren aún más autoridad con cada repetición. ¿Recuerden a la mujer Sunamita de 2 Reyes 4, cuyo hijo murió en el campo? Ella fue de inmediato a buscar al hombre de Dios, Eliseo, declarando “todo está bien” en vez de reforzar la autoridad de Satanás con “hechos” carentes de fe. Ella sabía que Eliseo tenía la fe y la autoridad que ella necesitaba, y que Dios no estaba atado a los “hechos” de la muerte de su hijo. Ella rehusó maldecirse a sí misma con palabras que le dieran autoridad a satanás para hacer de la muerte de su hijo una condición permanente.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Dios le dio un giro completo a la situación al devolverle la vida al muchacho. Así es como operó: La mujer sunamita le dio su autoridad a Eliseo, quien habló la revelación que Dios le dio. Al pronunciar esas palabras, se desató el poder espiritual, y el muchacho resucitó. Jesucristo le dijo a los Fariseos que los hombres daremos cuenta de cada palabra ociosa que hablemos. Los hombres serán juzgados por sus palabras, y condenados por ellas. Mateo 12:36 y 37: Más yo os digo, que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. De modo que con el privilegio de pronunciar palabras viene la necesidad de decirlas con precaución. Debemos como mínimo rehusar darle autoridad a Satanás para usar el poder de palabras de maldición contra nosotros u otros; las palabras proporcionan la autoridad para el ataque espiritual demoníaco contra otros. ¡Dios no trae maldiciones sobre la humanidad para desquitarse o por maldad! El hombre se las impone a sí mismo por su desobediencia voluntaria o por ignorancia de la Palabra de Dios. La elección es nuestra. En el siguiente capítulo descubriremos el antídoto de Dios para las maldiciones de satanás y cómo operan. Dios es maravilloso por posibilitar a cada creyente a caminar en la liberación y bendición continuas que están disponibles en Cristo Jesús. 12. Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Capítulo 4 ¿Qué es una bendición? Una bendición es: pronunciar un deseo de felicidad sobre alguien, o apartar para propósitos santos, alabar o glorificar a Dios o al Señor Jesucristo, declarar la bondad de Dios unos a otros. Diccionario Webster de 1828 (utilizado en la KJV para explicar sus definiciones) Dios habló una bendición sobre Abraham que afecta a todos los creyentes de hoy. Este es uno de los primeros ejemplos de una bendición en la Biblia. Noten que una bendición es una expresión hablada, al igual que una maldición también es hablada. Una bendición comienza con palabras. Es real, es tangible, hasta lleva consigo una sustancia visible. Es interesante mencionar que todo en el jardín del Edén estaba disponible para Adán y Eva si ellos hacían una sola cosa: obedecer. Cuando desobedecieron, una gran maldición vino sobre toda la humanidad, a cada color, nación, credo o religión. Obedecer sin falta la Palabra de Dios siempre traerá bendiciones. Observen que cada una de las siguientes bendiciones en Deuteronomio depende de escuchar y obedecer la voz del Señor. Deuteronomio 28:1-14 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta, tu artesa de amasar y tu despensa. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán a ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. Y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles. Dios desea bendecir a sus hijos Siempre es la voluntad de Dios bendecir a la humanidad. Una maldición solo puede provenir de la desobediencia. Lo primero que Dios hizo para la humanidad fue bendecirlos. La redención de la humanidad fue la respuesta de Dios para su desobediencia. Comenzó claramente en Génesis capítulo tres. Jesús nos redimió de la maldición en Gálatas 3:13. Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, Incluso nosotros, como Cristianos renacidos, no podemos desobedecer voluntariamente a Dios y esperar que no caerán maldiciones sobre nosotros.13 La maldición es la consecuencia del pecado, la iniquidad y transgresiones. Como Cristianos debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para caminar como caminó Jesús. Pero Dios nos conocía desde el principio hasta el fin, de modo que nos proveyó a los Cristianos con 1 Juan 1:9. 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. En resumen, toda la bondad y las promesas de Dios son bendiciones. Cuando no vemos que éstas se dan, debemos buscar averiguar la causa. Deseamos tener la llenura de Dios, y ser la clase de Cristiano que muestra las bendiciones de Dios que atraen al mundo perdido. Si ignoramos nuestro derecho para recibir las bendiciones de Dios a causa de enseñanzas tradicionales (como esa que dice que los Cristianos no pueden estar bajo maldición), y el mundo puede vernos y ver que nuestra vida Cristiana tiene todos los mismos problemas que las de los que no son Cristianos (contrarias a las cientos de promesas divinas de bendiciones en las Escrituras), ¿qué los convencerá de la bondad de Dios y de la salvación y liberación que está disponible a través de Jesucristo? Las promesas y las bendiciones de Dios debieran ser reales y obvias par el mundo que perece. Una bendición es lo opuesto a una maldición. Una bendición aparta a alguien para propósitos santos, pero una maldición los aparta para propósitos que no son santos. ¡Nosotros queremos brillar con las bendiciones de Dios! En el otoño de 2002, los autores estábamos ministrando juntos con un equipo de ministros en Rumania. Carl estaba predicando en una iglesia Gitana en una ciudad de las afueras en la ciudad capital de Bucarest. Esa noche, Dios se movió poderosamente

RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==