Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas. Y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles. Dios desea bendecir a sus hijos Siempre es la voluntad de Dios bendecir a la humanidad. Una maldición solo puede provenir de la desobediencia. Lo primero que Dios hizo para la humanidad fue bendecirlos. La redención de la humanidad fue la respuesta de Dios para su desobediencia. Comenzó claramente en Génesis capítulo tres. Jesús nos redimió de la maldición en Gálatas 3:13. Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, Incluso nosotros, como Cristianos renacidos, no podemos desobedecer voluntariamente a Dios y esperar que no caerán maldiciones sobre nosotros.13 La maldición es la consecuencia del pecado, la iniquidad y transgresiones. Como Cristianos debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para caminar como caminó Jesús. Pero Dios nos conocía desde el principio hasta el fin, de modo que nos proveyó a los Cristianos con 1 Juan 1:9. 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. En resumen, toda la bondad y las promesas de Dios son bendiciones. Cuando no vemos que éstas se dan, debemos buscar averiguar la causa. Deseamos tener la llenura de Dios, y ser la clase de Cristiano que muestra las bendiciones de Dios que atraen al mundo perdido. Si ignoramos nuestro derecho para recibir las bendiciones de Dios a causa de enseñanzas tradicionales (como esa que dice que los Cristianos no pueden estar bajo maldición), y el mundo puede vernos y ver que nuestra vida Cristiana tiene todos los mismos problemas que las de los que no son Cristianos (contrarias a las cientos de promesas divinas de bendiciones en las Escrituras), ¿qué los convencerá de la bondad de Dios y de la salvación y liberación que está disponible a través de Jesucristo? Las promesas y las bendiciones de Dios debieran ser reales y obvias par el mundo que perece. Una bendición es lo opuesto a una maldición. Una bendición aparta a alguien para propósitos santos, pero una maldición los aparta para propósitos que no son santos. ¡Nosotros queremos brillar con las bendiciones de Dios! En el otoño de 2002, los autores estábamos ministrando juntos con un equipo de ministros en Rumania. Carl estaba predicando en una iglesia Gitana en una ciudad de las afueras en la ciudad capital de Bucarest. Esa noche, Dios se movió poderosamente

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