Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Capítulo 2 El objetivo de la maldición: El espíritu de adopción Como se mencionó en el capítulo uno, el corazón de nuestro Padre celestial siempre ha anhelado tener comunión con Su pueblo. Al crear a Adán y a Eva, El creó personas que podían recibir Su amor. Los padres anhelan tener hijos simplemente porque aman. Imaginen a nuestro Padre, Quien es todo amor, ¡sin tener hijos con quién poder compartirlo! La intención del diablo es destruir y lastimar el corazón de nuestro Padre. Satanás intentó frustrar lo que Dios creó por medio de de engañar a Eva y provocando la caída del hombre, y así negarle a Dios el gozo y la comunión íntima con el hombre lo que es tan querido a Su corazón. Por dicha, Dios inició un plan para lidiar con el problema total y completamente. Ese plan era y continúa siendo nuestro Señor Jesucristo. Ataque sobre la sangre Desde Génesis 3:15, el plan de liberación de Dios ha sido Jesucristo. Literalmente, en las Escrituras desde Génesis 3:15 hasta Apocalipsis 22:21, Jesucristo es el tema, el hilo rojo que corre a través de toda la historia. Es su sangre expiatoria que se convirtió en el sacrificio esencial y final para redimir completamente al hombre.7 Desde el libro de Levítico se nos dice que la vida que Dios nos dio está en la sangre,8 la sangre de vida de Jesucristo es el pago final apropiado por la deuda que el diablo inició al principio.9 Recuerden que la comunión con el hombre ha sido siempre el objetivo de Dios. El propósito de Jesucristo es restaurar esa comunión para todos quienes deseen tenerla. Debido a que se necesita de la sangre perfecta de un Salvador perfecto para satisfacer los requerimientos legales para restaurar la relación con el Padre, lógicamente la sangre corrompida bloquea legalmente esa relación. El corromper la sangre de generaciones ha demostrado ser una táctica efectiva de bloqueo legal usada por satanás, y al igual que con cualquier arma, es más efectiva cuando está escondida y no se le conoce o comprende. Debido a que la sangre se transfiere de generación a generación, y ya que de acuerdo con Deuteronomio 23:2, los hijos concebidos ilegítimamente perpetúan la transferencia de esa sangre corrupta y maldita por diez generaciones,10 la maldición de bastardía es una herramienta legal particularmente efectiva para los propósitos de satanás. Diez generaciones es mucho tiempo. Es un lapso de por lo menos 400 años, y tal vez más. Por ende, esta maldición generacional es posiblemente la más efectiva, y de mayor alcance que cualquier otro plan que el diablo haya utilizado hasta hoy. ¿Qué puede ser más dañino que corromper el linaje del pueblo de Dios para las generaciones actuales y futuras? La maldición de bastardía le ha sido muy útil a satanás para cumplir este fin. Para todo esto, Dios tiene un plan maravilloso para retirar la autoridad de esta maldición para cada generación y cada linaje. Este plan tiene un nombre. Su nombre es Jesucristo.

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