Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. ovejas por ofensas? ¿Por qué es que en la actualidad el enojo se enciende y arruina tantas relaciones en las iglesias? ¿Se debe a que simplemente somos todos demasiado inmaduros en las áreas del perdón? ¿Por qué las mismas ofensas parecen surgir una y otra vez? Uno de los principales factores que contribuyen a estas preguntas radica en la maldición de bastardía que la Escritura declara como la razón del por qué los creyentes son cortados de la congregación del Señor. Este es un problema genuino que existe aún ahora. En palabras aplicables a la iglesia actual, la maldición de bastardía afecta la capacidad de los creyentes de edificar una relación estrecha con el Señor, con el Padre y con otros creyentes. Al hacerlo, esta maldición tiene como objetivo afectar el libre flujo del Espíritu de Adopción mencionado en el Nuevo Testamento; ese Espíritu que permite a los creyentes clamar: “Abba Padre”. El propósito de satanás es destruir o evitar que se produzca la intimidad de nuestro Padre con Sus hijos, evitando que ellos tengan una relación estrecha y personal con su “Papito”. Se invita al lector, a medida que avance por el material de este libro, a examinar en primer lugar, la evidencia de las Escrituras: tanto a nivel doctrinal como a través de los ejemplos Bíblicos. Es sorprendente la frecuencia con que aparecen en las Escrituras los efectos de esta maldición. La evidencia es sorprendentemente extensa. La liberación de la maldición de la bastardía tiene profundas implicaciones para la liberación práctica del pueblo de Dios. La maldición es un ardid notable de Satanás para manipular tras bambalinas, para evitar que el pueblo de Dios reciba su herencia legítima en la congregación de los justos. Al enseñar este material, los autores con frecuencia encontraron a creyentes que se quedan estupefactos al darse cuenta lo cercana que está la maldición de bastardía a su experiencia personal. Por tanto, queremos decir con claridad de forma directa en este libro, que no hay ninguna intención de traer vergüenza o juicio a las personas. Más bien es lo opuesto: Dios desea liberar a Su pueblo de esta maldición, y nosotros también. Debemos darnos cuenta que donde prevalece la ignorancia no puede haber liberación. Este libro no presenta una nueva doctrina, ni establece una teoría particular para presentar una nueva fórmula para el ministerio de liberación. Meramente penetra en una causa raíz de muchas pesadillas pastorales recurrentes: el espíritu de ofensa, y el herir a las ovejas a pesar de las numerosas y frustrantes horas dedicadas a la consejería y a la enseñanza sobre perdonar, controlar la lengua etc. Existe una causa raíz para estos problemas recurrentes, y las armas de nuestra Guerra contra ellas son armas espirituales. No podemos pelear contra la carne, ni son nuestros hermanos creyentes nuestros adversarios. Antes bien, batallamos contra tronos, principados, poderes, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad en las Alturas, quienes usan métodos secretos y arteros para poner a un hermano creyente contra otro hermano creyente, por medio de las ofensas. Como se documenta en este libro, la maldición de bastardía es una de las herramientas más refinadas de satanás para provocar ofensas. Esta maldición ha demostrado haber tenido un impacto profundo y continuo sobre la iglesia, casi en igual o mayor grado que el que tuvo sobre nuestros antepasados del Antiguo Testamento.

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