Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. y por la maldición de bastardía. ¡Pónganle atención! Pregúntele al Espíritu Santo que le muestre si existe esta maldición en su linaje familiar (maldición generacional). La maldición de bastardía se rompe con un arrepentimiento profundo y el perdón de Dios por este pecado. Dense cuenta que Dios toma esto muy seriamente, porque esta maldición puede abarcar 10 generaciones. Rompan la maldición de bastardía, echen fuera los demonios conectados con la bastardía, oren por sanidad del espíritu quebrantado, el dolor, las heridas, el rechazo, la vergüenza. Acepten el amor de Dios y Su perdón total. Renueven su mente en el Señor. (Romanos 12:1-2). La maldición de bastardía prolifera en todo el mundo y está afectando a todas las razas de gente. Está destruyendo las vidas de los niños concebidos fuera del matrimonio. Dios traerá juicio sobre aquellos que continúen esta práctica. Dios perdonará. La maldición de bastardía puede ser rota. Jesús está listo y dispuesto a ayudar aquellos atrapados en esta maldición y en su destrucción. Jesucristo fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, y Dios fue Su Padre. Durante Su ministerio, los Fariseos y los Judíos Le menospreciaron y se burlaron de El declarando "¿dónde está tu Padre?" 45. Y “nosotros no nacimos de fornicación”, queriendo decir que ellos no eran hijos bastardos como (creían) que Jesús era. 46. Dios, en su infinita sabiduría, usó el mismo proceso que satanás usaría para traer maldiciones generacionales, a través del nacimiento virginal de nuestro Señor y de Su muerte en la cruz, para romper la maldición, y traer bendiciones generacionales. En Gálatas capítulo tres, la Palabra de Dios declara que Cristo nos redimió de la maldición de la ley. Esta redención es universal para todos los Cristianos, pero ellos deben apropiársela por la fe, para que la bendición de Abraham pueda venir a través de Jesucristo. ¡Que la comprensión producida por este libro nos ayude a desatar una gran libertad y gozo al Cuerpo de Cristo! Clement Humbard Hot Springs, AK

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