Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía

Rompiendo la Autoridad de la Maldición de Bastardía Christian Faith International Ministries PO Box 3037 T or C, NM 87901* USA E-mail: CarlCFI@aol.com * Web: www.CFIM.Net and www.KingdomFaith Ministries.ORG © 2004 Christian Faith International Ministries. All rights reserved. Permission freely granted to copy if copied in the entirety. Dios le dio un giro completo a la situación al devolverle la vida al muchacho. Así es como operó: La mujer sunamita le dio su autoridad a Eliseo, quien habló la revelación que Dios le dio. Al pronunciar esas palabras, se desató el poder espiritual, y el muchacho resucitó. Jesucristo le dijo a los Fariseos que los hombres daremos cuenta de cada palabra ociosa que hablemos. Los hombres serán juzgados por sus palabras, y condenados por ellas. Mateo 12:36 y 37: Más yo os digo, que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. De modo que con el privilegio de pronunciar palabras viene la necesidad de decirlas con precaución. Debemos como mínimo rehusar darle autoridad a Satanás para usar el poder de palabras de maldición contra nosotros u otros; las palabras proporcionan la autoridad para el ataque espiritual demoníaco contra otros. ¡Dios no trae maldiciones sobre la humanidad para desquitarse o por maldad! El hombre se las impone a sí mismo por su desobediencia voluntaria o por ignorancia de la Palabra de Dios. La elección es nuestra. En el siguiente capítulo descubriremos el antídoto de Dios para las maldiciones de satanás y cómo operan. Dios es maravilloso por posibilitar a cada creyente a caminar en la liberación y bendición continuas que están disponibles en Cristo Jesús. 12. Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

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